Sus compañeros lanzaron una línea del aperitivo en su homenaje.
Las leyendas del rock suelen ser muy aficionados a las bebidas más caras del mercado. Bob Dylan tenía tanta afición al whisky que llegó a sacar su propio “Heaven's Door”, o lo mismo ocurría con Elliot Smith y el “Johnnie Walker” que tanto amaba. En el caso de Freddie Mercury, podemos ver que durante el Live Aid toca en su piano con distintas bebidas, entre las que tenía especial estima por una particular.
El líder de Queen adoraba tomar champagne marca “Moet Chandon” en sus tiempos libres. Para descubrir esta afición solo debemos escuchar una canción que nos regala “Sheer Heart Attack” y prestar atención a uno de los versos más emblemáticos de esta pieza de hard rock. Sin embargo, Brian May y Roger Taylor parecen tener otra versión sobre la historia de las bebidas del vocalista: aseguran que el vodka era lo suyo, al punto de lanzar uno especialmente dedicado a él y producido en una fábrica de Letonia.
El rock y prácticamente toda la música de los años 80 están asociados a una época de excesos en los escenarios, que quedaron específicamente grabados en grandes presentaciones como el Live Aid. Cuando Freddie Mercury toca “Bohemian Rhapsody” en el piano, vemos una fila de vasos con la marca “Pepsi” y otros transparentes apoyados en el piano, que reflejan parte de sus gustos. El contenido dorado que capta el lente puede ser cerveza, o bien el champagne que describe en la inolvidable “Killer Queen”. Unas memorias confirman que toda la banda necesitaba algunas bebidas para poder “tocar en paz” tras los teloneros.
“Terra” revela que Roger Taylor era otro de los que tenía gustos muy específicos para beber. Por el lado del oriundo de Zanzíbar, se corrobora el rumor del champagne con el añadido de “otros refrescos” y algunas pastillas. Cuando los conciertos terminaban, en el caso del autor de “Love of my life”, la fiesta seguía en su casa o cualquier discoteca. En la película sobre su vida lo pudimos ver en encuentros nocturnos donde amanecía con una copa de licor en su mano y un estado de confusión propio del exceso. No obstante, quien solía presentarse en los conciertos con algunos vasos de más era el baterista de Queen, tal como lo confirma un testimonio de Argentina.
Una de las aficionadas que vio la noche dorada del grupo británico al lado de Diego Maradona, confirma que Taylor no estaba sobrio, al contrario de su líder. Según “Télam”, el cantante estaba bien consciente de la presión de realizar un show en un escenario tan esquivo como el argentino, y estaba más tímido que nunca. Este antecedente y los principales conciertos de los que se conservan recuerdos demuestran que el vocalista no se excedía públicamente. También existen secretos sobre esta afición que quedaron guardados hasta hace pocos años, cuando Brian May y el baterista aseguraron que el vodka era la pasión de su compañero. Freddie Mercury llevaba contenedores de hielo para evitar que se caliente esta bebida, según “Cultura Ocio”. En honor a este recuerdo, lanzaron el refinado “Killer Queen” que consta de hasta 750 mililitros de medida en el mercado.
Fuente: Espectaculos.com.es
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